De la misma manera que la estructura familiar ha evolucionado, también
lo ha hecho el papel de los abuelos. Uno de los problemas que más alteran la relación entre los abuelos y los
padres de sus nietos, es la aplicación de los límites. En muchos casos,
es muy difícil que lleguen a un consenso.
De un lado están los abuelos
que, creyendo en su experiencia, no están de acuerdo con las ideas de
los más jóvenes; y del otro están los padres que no aceptan las
intromisiones de los abuelos en la educación de su hijo. Antes, en las familias, los abuelos, hijos y nietos vivían juntos, y los
abuelos intervenían bastante en la educación de los nietos. Hoy, muchas
cosas han cambiado. |
Por ejemplo, gran parte de las abuelas suelen tener
una vida más activa, mantener más vida social, estando o no jubiladas.
Hacen respetar más su tiempo y sus necesidades. En todo caso, poder tener algún abuelo cerca de su nieto es alentador en
todos los sentidos. Aunque no todo es perfecto, los abuelos pueden
representar muchos papeles: - Pueden contribuir con su experiencia en momentos de crisis familiar,
tanto en el sentido psicológico, como en el económico, si se puede y es
necesario.
- Pueden cuidar de los niños, cuando los padres no pueden hacerlo. |
Esto es beneficioso para los niños y para los abuelos porque se
sentirán más útiles, más considerados y más valorados. - Pueden transmitir valores familiares y mantener el vínculo entre las
generaciones. Las historias de familia les encantan a los niños, y
contribuyen en su desarrollo psicológico. - Pueden apoyar al padre o a la madre divorciada. Suplir en consejos y
en cuidados la falta del otro. - Pueden aprender con sus nietos, acercándose más a las nuevas
generaciones.
FUENTE: www.mapfresalud.com |